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Clínica Dra. Martínez Miravete

MAMOGRAFÍA DIGITAL

Qué le pasa a mi pecho en una mamografía

Qué le pasa a mi pecho en una mamografía

La mama de la mujer es un órgano que tiene unas características especiales y distintas a otras partes del cuerpo, como por ejemplo:

Tipos de lesiones en la mama que afectan en la mamografía

Hay muchos tipos de lesiones mamarias con distintas características en cuanto a tipo (nódulos, asimetrías, distorsiones, calcificaciones, etc), forma y densidad. Todas estas características influyen en la posibilidad de detección en mamografía, ya que pueden quedar enmascaradas por la glándula o verse de forma sutil, en ocasiones suscitando dudas sobre si lo que vemos es real o no.

  • Es móvil y elástica, por lo que se desplaza con los movimientos, cambia de forma y se puede comprimir.
  • Tiene forma de “cúpula”, es decir, es tridimensional.
  • La “estructura” o “composición” de la mama*2 de la mujer, en menor medida también la del hombre, está formada principalmente por tejido glandular o glándula y tejido adiposo o grasa. La glándula es la parte de la mama que produce leche y cambia en función del momento de la vida durante el desarrollo, dependiendo del ciclo menstrual, embarazo, lactancia y a lo largo de la menopausia. Los cambios se traducen en la cantidad de tejido glandular con respecto a la de tejido adiposo. En general, mujeres jóvenes, en la segunda fase del ciclo (tras la ovulación), en tratamiento con hormonas, durante la gestacióno en la lactancia, tienen más cantidad de tejido glandular y la mama es más “blanca o densa” en mamografía, lo que dificulta la detección de lesiones, que habitualmente son también “blancas” y quedan enmascaradas en la glándula. Cuando predomina el tejido adiposo (grasa) sobre la glándula, la mama es “menos blanca o menos densa” en mamografía, por lo que las lesiones son más fáciles de ver, ya que “resaltan” sobre el fondo de grasa.

¿Por qué al comprimir la mama logramos imágenes de más calidad?

Al comprimir inmovilizamos la mama, por lo que la imagen no será borrosa, sino nítida.

Al comprimir la mama, nos permite diferenciar tejidos y estructuras dentro de la mama y detectar lesiones sospechosas.

Finalmente, al comprimir la mama, disminuye la dosis de radiación que necesitamos para que el estudio sea correcto.

Todos estos motivos hacen necesario comprimir la mama con una parte específica del mamógrafo con forma de “pala” que se conoce como “compresor”. La compresión permite hacer la mama más fina, es decir, disminuir su grosor. Si la mama se comprime de forma adecuada, conseguiremos imágenes de mejor calidad.

Por ello, la compresión es necesaria y debe ser la adecuada para cada mama, lo que no significa que tenga que ser dolorosa. Una mamografía bien hecha no necesariamente debe ser dolorosa. La percepción del dolor al comprimir la mama es muy variable y depende de factores múltiples, como la sensibilidad mamaria de cada mujer, el momento del ciclo y, fundamentalmente, de cómo se haga la mamografía. En nuestro centro prestamos una especial atención a cómo hacemos la compresión, de forma progresiva, considerando la tolerancia personal al dolor de cada mujer y, lo más importante, combinando “técnica y arte” por la amplia experiencia y sensibilidad de nuestro personal técnico.

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