La mamografía digital es la técnica principal para el diagnóstico de las lesiones mamarias y en la que se tiene una mayor experiencia en la actualidad. Es una radiografía de la mama que se realiza con equipos específicamente diseñados, denominados mamógrafos.
Para obtener las imágenes de la mama mediante la mamografía se utilizan radiaciones ionizantes, por lo que no es una exploración completamente inocua. A lo largo de varias décadas, la mejora de los equipos de mamografía ha hecho posible pasar de mamógrafos llamados “analógicos”, en los que las imágenes se recogían físicamente en placas o radiografías, hasta mamógrafos “digitales”, en los que las imágenes se estudian en monitores específicamente diseñados. De forma paralela, la cantidad de radiación necesaria para obtener estudios mamarios de alta calidad, también ha disminuido de forma notable.
Actualmente, la mamografía digital es la técnica estándar para el estudio de la mama. El estudio de las imágenes digitales en monitores de alta resolución, permite evaluar la mama con unos niveles de detalle y calidad muy elevados.
Para hacer una mamografía de alta calidad, es necesario que se cumplan las siguientes condiciones:
No lleves collares, colgantes, pendientes, piercings o cualquier objeto que pueda interferir en la realización del estudio.
Tampoco se debe aplicar crema hidratante, desodorante o cualquier otro tipo de productos que puedan verse en la mamografía o que dificulten su realización. Un ejemplo es que la mama se resbala en el mamógrafo si se ha utilizado crema hidratante, lo que dificulta estudiarla de forma correcta. Es suficiente con lavar la mama con agua y jabón, sin utilizar otros productos.
Si se lleva algún dispositivo médico, como marcapasos, adviértalo, ya que se pueden superponer a la imagen y es necesario saberlo para hacer el estudio de forma correcta.
Es también fundamental informar si se llevan prótesis mamarias, ya que la técnica mamográfica que se realiza es distinta, tanto para obtener la mejor calidad de imagen, como para evitar lesionar las prótesis.
Cuando todo esté preparado, nuestro personal técnico especialista colocará la mama en el mamógrafo y realizará varias radiografías de cada mama. El estudio habitual consta de cuatro proyecciones, dos por cada mama en posiciones distintas, aunque es muy variable, depende del tipo de estudio, la edad y la necesidad de aclarar alguna imagen que se haya visto en las radiografías iniciales.
En cualquier caso, no te preocupes si te realizan varias radiografías de una mama o de algunas zonas específicas, ya que es muy frecuente que tengamos que complementar el estudio “básico”. Esta ampliación del estudio mamográfico lo llamamos “estudio o proyecciones complementarias”.
La radióloga te explicará el motivo y siempre puedes preguntar cualquier duda. ¡No te alarmes!, es una práctica habitual y necesaria, sin que signifique que se haya visto algo importante.
Antes de dar por terminado el estudio, las radiólogas valoran las imágenes, supervisan la calidad, estudian las posibles lesiones que se identifiquen y deciden si es necesario hacer alguna mamografía más (“estudio o proyecciones complementarias” en diferentes posturas) para que no quede ninguna duda en las imágenes obtenidas.
Para hacer una buena mamografía es necesario comprimir la mama. No duele, pero en ocasiones, dependiendo del momento del ciclo menstrual, ansiedad y sobre todo de cómo se haga la mamografía puede provocar algún tipo de molestia. Una mamografía es una prueba rápida y estas molestias desaparecen de forma instantánea. ¿Quieres saber más sobre cómo se comprime la mama?
Debes hacerte una mamografía siempre que esté prescrita por médico o ginecólogo. Depende de tu edad, si presentas o no clínica y si tienes antecedentes personales de riesgo. Actualmente, se recomienda la realización de una mamografía a partir de los 40 años.
Sí, pero en todo momento debes avisar a tu médico, estos implantes pueden interferir en la imagen tomada oscureciéndola y reduciendo la capacidad de detectar lesiones. Por ello, te realizaremos siempre una exploración dirigida al estudio de prótesis con proyecciones específicas.
Tanto la mamografía como la ecografía mamaria son las técnicas más utilizadas para el estudio y el diagnóstico de patologías de mama, pero son completamente diferente: la mamografía utiliza rayos x o radiaciones ionizantes y la ecografía ultrasonidos. También son diferentes los datos que nos aportan cada una. Pero, son técnicas complementarias entre sí. Conoce nuestro artículo sobre mamografía o ecografía: ¿cuál es mejor?
El estudio habitual consta de cuatro proyecciones, dos por cada mama en posiciones distintas, aunque esto es muy variable dependiendo del tipo de estudio, la edad y la necesidad de aclarar alguna imagen que se haya visto en las radiografías iniciales.
En cualquier caso, no te preocupes si se realizan proyecciones o mamografías adicionales de una mama o de algunas zonas específicas, ya que es muy frecuente que tengamos que complementar el estudio básico. Esta ampliación del estudio mamográfico lo llamamos “estudio o proyecciones complementarias”. La radióloga le explicará el motivo y siempre puede preguntar cualquier duda, eso sí, es importante que no se alarme, es una práctica habitual y necesaria, sin que esto signifique que se haya visto algo importante.
La prueba suele durar unos 5 - 10 minutos pero puede demorarse más tiempo si es necesario hacer proyecciones complementarias.
No es recomendable, aunque posible. Es mejor posponer la mamografía si existen dudas de posible embarazo y concertar nueva cita con la regla. En casos especiales en los que existe alta sospecha de cáncer de mama en mujer embarazada la mamografía se realiza con delantal plomado para proteger de radiación al feto.
Siempre que esté justificada la realización de una mamografía por edad, clínica o antecedentes, se puede hacer en periodo de lactancia. Es más compleja su lectura e interpretación por parte del radiólogo y será necesario la realización de una ecografía complementaria. Tras la prueba se puede continuar con la lactancia sin riesgo de radiar al bebé.
Es muy importante que seas observadora y que conozcas tus mamas. Si notas un bulto nuevo en la mama y observas que cambia (aumenta o disminuye) con la regla, lo más probable es que se trata de una lesión hormonal, un probable quiste. Si notas que dicho nódulo persiste, sin cambiar, dos o más ciclos consecutivos debes acudir a tu ginecólogo o médico de referencia que te indicará qué técnica radiológica realizar para salir de dudas. En mujeres postmenopáusicas cualquier cambio en la mama debe ser explorado y se debe realizar una mamografía.
Los hombres también pueden tener cáncer de mama, de hecho 1 de cada 100 cánceres diagnosticados es varón. Pero, la causa más frecuente de bulto de mama en el varón es la ginecomastia o desarrollo anormal, pero benigno, de glándula mamaria. Ante la aparición de bulto, debe acudir a su médico que realizará exploración física, analítica y valorará si es necesario hacer mamografía para un diagnóstico correcto.