La densitometría ósea es una prueba radiológica que mide la densidad mineral del hueso que cuando está disminuida se llama osteopenia/osteoporosis. Podemos también calcular el riesgo de fractura y adelantarnos a ésta instaurando un tratamiento preventivo. La densitometría es imprescindible para valorar la respuesta al tratamiento y para el seguimiento evolutivo de la enfermedad.
La densitometría ósea sirve para diagnosticar la osteoporosis. Es una enfermedad caracterizada por el debilitamiento progresivo y asintomático de la estructura ósea, que expone al paciente al riesgo de sufrir fracturas ante traumatismos o esfuerzos mínimos, muchas veces invalidantes.
Afortunadamente, es prevenible, fácilmente diagnosticable, incluso en sus fases precoces, y tratable.
La mujer es el segmento de la población más afectada por la osteoporosis, especialmente tras la llegada de la menopausia. Hasta ese momento, los estrógenos han protegido al hueso del deterioro de su estructura. La osteoporosis posmenopáusica es un problema tan importante que ha merecido el desarrollo de unidades específicas para su prevención, diagnóstico precoz y tratamiento.
La menopausia y sobre todo la toma de ciertos fármacos, como los empleados en el tratamiento del cáncer de mama, pueden acelerar este proceso, desencadenando una osteoporosis precoz en mujeres jóvenes que eleva el riesgo de fracturas óseas.
Al ser una enfermedad que no produce síntomas hasta que aparece la fractura, debe ser activamente buscada, sospechada por los datos de la historia clínica y diagnosticada mediante densitometría ósea DEXA. La densitometría ósea DEXA es la única prueba homologada por la Organización mundial de la Salud para su diagnóstico.
La densitometría DEXA, mediante la absorciometría por rayos X de energía dual, está basada en la diferente atenuación de los diferentes tejidos: hueso, masa grasa y masa magra frente a los fotones con dos niveles de energía.
Permite cuantificar y diferenciar los tejidos basándose en su densidad y contenido en minerales.
Es una técnica radiológica no invasiva y muy segura que permite una valoración de la composición de los huesos (fémur, columna lumbar, pelvis…) de forma rápida, precisa y exacta con niveles de radiación muy bajos.
Tiene una duración en torno a los 10 minutos.
Se suele recomendar repetir la prueba cada dos años para observar los cambios después de poner un tratamiento, ya sea disminución o aumento de densidad. Aunque en algunos casos, por ejemplo, pacientes que deben tomar medicaciones como corticoides, las consultas de seguimiento suelen ser más frecuentes.
Se recomienda la no ingesta de suplementos de calcio las 24 horas previas a la prueba. No se recomienda en mujeres embarazadas y si recientemente se ha realizado pruebas radiológicas con bario, contraste yodado (TC) o radioisótopos.
Los especialistas recomiendan la realización de una primera densitometría a partir de los 50 años. Esta edad se anticipa en mujeres de riesgo, bien por antecedentes familiares, enfermedad o por toma de medicación.
La densitometría ósea es el examen de densidad mineral ósea se utiliza para diagnosticar osteoporosis y para evaluar el riesgo que tiene un individuo de desarrollar fracturas debidas a la osteoporosis.