La alimentación, el ejercicio y el envejecimiento pueden tener consecuencias importantísimas en la composición corporal de una persona. El estudio de composición corporal es un aspecto importante en la valoración del estado nutricional que permite cuantificar las reservas corporales del organismo y, por lo tanto, detectar y corregir problemas nutricionales como situaciones de sobrepeso y obesidad, en las que existe un exceso de masa grasa o, por el contrario, desnutrición, situación en la que tanto la masa grasa como la masa muscular podrían verse significativamente disminuidas.
La medición de la composición corporal con densitometría de energía dual (DEXA) puede determinar, además del peso y del índice de masa corporal tradicional (IMC), la distribución de la grasa corporal, un importante factor de riesgo en varias enfermedades graves como obesidad, anorexia nerviosa, enfermedades cardiovasculares, fibrosis quística, insuficiencia renal crónica, etc.
También se evalúan los cambios de masa muscular o magra/grasa en las diferentes regiones asociados al ejercicio físico o entrenamiento deportivo. Es de gran valor práctico para el seguimiento y optimización del plan de entrenamiento de un deportista y lograr el máximo rendimiento.
Igualmente, esta prueba está indicada para el control evolutivo de la cirugía bariátrica (reducción de estómago).
En todos estos casos la tecnología de densitometría DEXA contribuye a una evaluación completa del paciente y ayuda a los médicos a controlar los efectos de la terapia, la dieta y el ejercicio.
Se trata de una aplicación específica del densitómetro DEXA que tiene una duración aproximada de 10 minutos. Es una técnica radiológica no invasiva y muy segura que permite una valoración de la composición corporal de forma rápida, precisa y exacta con niveles de radiación muy bajos.
No es necesaria ninguna preparación especial ni recomendación posterior.
Esta prueba mide directamente la densidad ósea y permite separar la masa corporal desde tres componente: grasa, esqueleto magro y masa ósea. Si miramos otros métodos, estos son más variables y pueden verse influidos por factores como la hidratación, el ejercicio físico realizado horas antes...
También existen otros métodos como el TAC o la resonancia magnética, pero con estos se somete al paciente a una radiación elevada y es mucho más costosa.
Este estudio es recomendado para: