Los marcadores son pequeños “clips” o piezas de distintos materiales (titanio o cerámica) y formas, cuya función es indicar la localización de una lesión. Este marcador hace que sea posible encontrarla posteriormente con ecografía o mamografía, bien para su extirpación, para confirmar la localización en la que sea realizado una punción biopsia o para identificar el lugar en el que se encontraba un cáncer, que ha respondido de forma favorable al tratamiento con quimioterapia y ha desaparecido completamente.
Los marcadores se pueden insertar de dos formas:
A través de la aguja de biopsia cuando se realiza una BAV.
Por punción de la lesión (si es un cáncer que se va a tratar con quimioterapia) o del hematoma donde se encontraba la lesión tras la biopsia, habitualmente después de una BAV.
En el primer caso no es necesario hacer nada especial, salvo introducir el marcador por la aguja de biopsia. En el segundo caso, es necesario insertar una aguja con guía ecográfica, tras inyección de una pequeña cantidad de anestesia local. En ambos casos el procedimiento es rápido y seguro, con escasas complicaciones.
El marcador se puede mover dentro de la mama, especialmente cuando se inserta a través de la aguja de BAV. Este hecho hay que conocerlo para reducir los errores en el momento de su localización antes de la operación.
Estos marcadores son una referencia para definir y ubicar lesiones dentro de tejidos blandos y ver cómo evolucionan las diferentes patologías. Algunos de los sitios más comunes de este procedimiento son:
Esta prueba tiene una duración estimada de 20 a 30 minutos pero puede demorarse más tiempo en algunos casos.
Debes plantearte ir en compañía de algún familiar o amigo para que te espere y te acompañe al finalizar la prueba.
Los marcadores se pueden insertar de dos formas:
Los marcadores son pequeños “clips” o piezas de distintos materiales (titanio o cerámica) y formas.